Las cuentas del hospital público Sant Joan de Reus no salen. En la contabilidad de ese centro sanitario, uno de los hospitales más caros de España, hay un descuadre de 2,4 millones de euros en compra de prótesis quirúrgicas. Se trata de un agujero negro más en las finanzas del grupo de empresas municipales Innova, que controla buena parte de la Sanidad en el sur de Cataluña.
Carles Pellicer, el alcalde de Reus, y candidato de CiU en las elecciones municipales del 24-M, ha explicado que el descuadre millonario se debería a un error humano, pero fuentes cercanas a la investigación del caso Innova sostienen que se buscan 1.250 facturas fantasma que justificarían otras tantas compras ficticias de prótesis que hincharon los gastos del hospital en el ejercicio 2007. Las mismas fuentes no descartan que esas facturas se estuvieran fabricando ahora.
El caso de las prótesis del hospital de Reus tiene pendientes a médicos y pacientes de toda España, porque la empresa fabricante, Traiber, entró en concurso de acreedores después de que la Agencia Española del Medicamento emitiera una alerta en todo el país por la caducidad de su licencia para fabricar material quirúrgico.
El propietario de Traiber, el empresario Luis Márquez, ha concedido una entrevista a interviú en la que niega que sus articulaciones de cadera y de rodilla –entre otras– sean defectuosas: "De 6.000 prótesis que han puesto en el mundo de mira, de momento solo ha salido una mal –dice–. Cualquier empresa en el mundo se daría con un canto en los dientes si salieran perfectos todos sus productos, miles, excepto uno".
Para Márquez, la alarma que la pasada semana se extendió en torno a sus prótesis "es una cortina de humo" para tapar la dimensión económica de los fraudes de Innova.
El último golpe judicial en la investigación del caso movilizó un centenar el guardias civiles y supuso la detención de 9 personas y el registro del Hospital Sant Joan el pasado 28 de abril.
Si quieres leer más, descarga el número completo.